Chiloé, un archipiélago ubicado en el sur de Chile, es un destino que cautiva a los visitantes con su rica cultura, historia y paisajes naturales únicos. Conocido por su arquitectura de madera, su gastronomía y la mitología que lo embarga es un destino único que no puedes dejar de conocer en nuestro país.
Sumérgete en la belleza de Chiloé: Un archipiélago de naturaleza y cultura
La Isla Grande de Chiloé, es un lugar que ofrece una experiencia especial para aquellos que lo visitan, ya que desde la llegada te sumerge en un mundo mágico bendecido con su naturaleza y su cultura, con una identidad que te quedará marcada desde el primer paso en sus tierras.
Chiloé: la mítica isla del sur de Chile
Con un área de 8,394 kilómetros cuadrados la isla es la segunda más grande de Chile, después de Tierra del Fuego, y la quinta más grande de América del Sur.
Su capital es Castro, ubicada en el lado este de la isla y la segunda ciudad más grande es Ancud, pero cuenta con varios poblados portuarios más pequeños en su territorio como Quellón, Dalcahue y Chonchi.
Su zona costera se caracteriza por una variada fauna silvestre, el interior es el hogar de grandes bosques autóctonos desde donde nace su la cultura, ya que Chiloé tiene una tradición de mitos y leyendas, que fusionan lo cristiano con las tradiciones de la isla y han creado sus personajes mitológicos, como El Trauco y La Pincoya.
También, destaca su excelente arquitectura, donde resaltan sus construcciones de madera y la creación de herramientas de trabajo adecuadas a sus propias necesidades.
Dentro de las construcciones que más reconcomiendo y fama tienen en la isla, se encuentran las iglesias, construidas en los siglos XVII y XVIII por los Jesuitas y luego por los Franciscanos en el siglo XIX son el testimonio de una tradición que perdura hasta la actualidad.
Además de ilustrar la riqueza cultural del archipiélago de Chiloé, estas iglesias son consideradas Patrimonio de la Unesco, ya que atestiguan una fusión de la cultura y las técnicas indígenas con las europeas, y la perdurable continuidad de los valores espirituales las comunidades isleñas.
Sin embargo, la isla cuenta son innumerables lugares emblemáticos para visitar, entre ellos te recomendamos los siguientes:
Iglesia de Castro: un patrimonio de la humanidad
La Iglesia de Castro es una de las iglesias más emblemáticas de Chiloé y un Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO. Su arquitectura de madera y su diseño único la convierten en un lugar imprescindible para visitar en la isla.
La iglesia es un ejemplo de la rica herencia cultural de Chiloé y un lugar donde se puede apreciar la fe y la tradición de la comunidad local. Además, puedes hacer un ruta por todas las iglesias de la isla para conocer más de su historia.
Parque Nacional Chiloé: el refugio de naturaleza
El Parque Nacional Chiloé es un lugar donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Con sus bosques de coigüe, sus lagunas y sus playas, este parque es un refugio para la vida silvestre y un lugar ideal para practicar senderismo y observación de aves.
El parque es un ejemplo de la rica biodiversidad de Chiloé y un lugar donde se puede conectar con la naturaleza.
Fuerte de San Antonio: un testimonio de la historia
El Fuerte de San Antonio es un lugar histórico que data del siglo XVIII y es un testigo de la importancia estratégica de Chiloé en la época colonial. Con sus murallas y sus cañones, este fuerte es un lugar que nos transporta al pasado y nos permite conocer más sobre la historia de la región.
Mercado de Castro: entre sabores y colores
El Mercado de Castro es un lugar donde se puede disfrutar de la gastronomía típica de Chiloé. Con sus puestos de mariscos frescos, sus productos artesanales y sus sabores únicos, este mercado es un lugar que no te puedes perder. El mercado es un ejemplo de la rica cultura gastronómica de Chiloé y un lugar donde se puede probar los platos típicos de la región.
Isla Aucar: La Isla de las Almas Navegantes
Esta isla se encuentra en el islote situado cerca del pueblo de Quemchi al este de la Isla de Chiloé, que se encuentra conectada a tierra firme por un largo puente de madera, por lo que se puede acceder a ella caminando y gratuitamente.
Este islote alberga una pintoresca iglesia en su interior, un jardín con platas nativas y un cementerio del siglo XIX, que lo convierten en uno de los puntos más interesantes y bellos para ver en Chiloé.