Escapar del frío y las bajas temperaturas es la promesa que se hacen muchas familias cuando deciden salir en vacaciones de invierno.
Vacaciones de invierno: 5 razones para visitar Valle del Elqui
Es una de las principales razones que posicionan a la Región de Coquimbo y el Valle del Elqui entre las zonas que registran mayor flujo de visitantes en el mes de julio.
Un clima promedio anual de 16° es razón suficiente, especialmente para los "veranistas", para acomodarse algunos días en La Serena o el Valle del Elqui.
La agradable temperatura es, no obstante, una condición transversal a las múltiples alternativas que tiene la región para hacer durante todo el año.
Para quienes gustan de relajo, es el lugar. Para quienes quieren turismo aventura; también es el lugar. Aquí explicamos los motivos.
Bienestar
Años atrás había puntos en el Valle del Elqui asociados a mochileros, fiestas bajo las estrellas y experiencias místicas propias de edades de descubrimiento. Y si bien todavía es destino obligado para autoestopistas, hoy la zona busca ser un referente nacional de turismo de bienestar.
En menos de una hora es posible salir de una oficina en La Serena y estar en un spa boutique, sumergido en una experiencia de sonoterapia. Es la propuesta que tiene Refugio El Molle, un centro turístico con cabañas, restaurant, clases focalizadas de yoga, masajes y experiencias de relajo para los huéspedes.
El perfil del turista que opta por prácticas wellness en su viaje va desde los 35 a los 65 años. La brecha, eso sí, se ha ampliado a parejas jóvenes que rondan los 25 años, al tiempo que este tipo de turismo dejó de ser exclusivamente yoga y meditación. Un fin de semana en el valle con una cata de vinos a la orilla del río, o un circuito a caballo con una degustación de quesos, pueden calzar perfectamente en esta categoría.
“La calidez de la gente, la energía que se respira en el aire y la cercanía de la montaña con el mar ofrecen un entorno ideal para el turismo de bienestar, una tendencia que crece desde el fin de la pandemia, porque hay una conciencia nueva sobre los viajes como el marco ideal para realizar actividades que permitan sentirse mejor e integrarse con la naturaleza”, comenta Graciela Cutuli, periodista del programa de televisión Estación Trip de Córdoba.
Después de primer alojamiento en el Valle del Elqui, en un desayuno donde resulta imposible no hablar sobre aquella impresión casi paralizadora de mirar las estrellas en la noche, alguien comenta sobre la ausencia de una televisión en la cabaña. Esta decisión, que puede parecer incluso accidental, hizo de la estadía en el Hotel El Tesoro de Elqui una experiencia sobresaliente y de perfecta armonía con el entorno de naturaleza y paz en Elqui.
Astroturismo
Cruzando la comuna de Vicuña, marcada en cada rincón por la huella de Gabriela Mistral y el Premio Nobel de Literatura que ganó en 1945, la invitación es a mantener el cuello ligeramente levantado y no dejar de mirar arriba. El cielo es un gran anfitrión del eje turístico con más futuro de toda la zona: el astroturismo.
Las oportunidades para la ciencia del estudio del espacio y los astros son la carta de presentación de la Ruta Patrimonial de las Estrellas. Tololo, La Silla, Mamalluca, Cancana, Cruz del Sur, Gemini son algunos de los observatorios presentes en la región.
Para el astroturismo basta con un manejar un conocimiento que permita ubicar el mejor sitio para instalar un buen telescopio. Si a esto le sumamos una cena acompañada con una copa de vino, un fogón, y los sonidos de naturaleza y de silencio propios de la precordillera de Paihuano, la experiencia es un privilegio. Es la propuesta de Turismo Migrantes, quienes logran empapar al viajero de cada detalle que esconde la contemplación de una noche, como cualquier otra, en el Valle del Elqui.
Una foto bajo un cielo estrellado puede ser el mejor suvenir para el que vive en la gran ciudad. Lo sabe bien Jordan, un estudiante de tecnología médica que años atrás se capacitó para ser guía de astroturismo. Cada punto luminoso —y no tan luminoso— lo conoce con nombre y apellido, como también las formas singulares y extremadamente imaginativas de constelaciones bautizadas en épocas antiguas.
Las posibilidades que ofrece el cielo de la Región de Coquimbo van en aumento, junto con una semilla cultural inculcada desde los colegios para apreciar las estrellas. En Vicuña cuentan con el Observatorio Mamalluca y el segundo planetario de Chile, aspirando a ser la “Capital Mundial del Astroturismo”, según lo definió Rafael Vera, alcalde de la ciudad.
Hoy por hoy el mayor entusiasmo lo despierta Vera Rubin, un observatorio que tendrá el Gran Telescopio de Exploración Sináptica (LSST), equipado la cámara fotográfica más grande del mundo: 3.2 millones de megapíxeles. Un proyecto que, en palabras de astrónomos, podría cambiar para siempre el estudio del cielo y aportar conocimientos nuevos a la ciencia gracias a ofrecer una perspectiva inédita sobre estrellas, quásares, galaxias y la materia oscura.
El proyecto, que comenzará a operar en 2025, se construye en el Cerro Pachón, donde ya funcionan el SOAR y Gemini. Con merecimientos, este lugar se ganó un título: Primer Santuario Natural de Cielos Oscuros del Mundo.
Se proyecta además la construcción de un observatorio en el Valle del Choapa, el cual ya recibió aprobación por parte del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de La Serena, además del apoyo de la Embajada de China.
Enoturismo
Pablo Lacoste, historiador argentino, documenta el primer alambique en América del Sur en el año 1587 entre la zona de Huasco y La Serena. Poseer la piedra angular de la industria vitivinícola nacional abre la puerta al desarrollo de un enoturismo que hace justicia al prestigio que tienen los vinos chilenos en el mundo.
Con denominación de origen en las regiones de Coquimbo y Atacama, el pisco es el brebaje titular para cautivar a paladares exigentes y en búsqueda del sabor local.
Hay más de 7.700 hectáreas destinadas sólo al cultivo de uvas destinadas a la producción de pisco. La Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada, conocida como Capel, agrupa a 1.200 productores de pisco, algunos de los cuales elaboran marcas que se venden con un alto volumen en Chile y el extranjero.
En su única fábrica, asimismo, ofrecen un tour donde además de conocer la historia del pisco nacional los visitantes degustan diferentes variedades de piscos que van desde el tradicional 35º al Gran Reserva y ediciones limitadas.
El interés que despierta la cultura de la uva hoy empuja a que muchas viñas independientes implementen recorridos, catas, visitas guiadas y actividades especiales para turistas. En ellas transparentan los procesos de cultivo, destilación y embotellamiento existentes detrás de cada vendimia, ya sea para pisco o para vino.
Doña Josefa, pisquera artesanal en el Valle de Elqui, lleva al visitante por un recorrido por las barricas y pone énfasis en los métodos para elaborar diferentes variantes de pisco a partir de las uvas Moscatel, Torontel y Pedro Jiménez, entre otras.
Cavas del Valle, por su parte, brinda al visitante una degustación de vinos con un paisaje privilegiado frente al Río Claro, mediante una exhaustiva introducción a los procesos de producción de vino artesanal que recoge un sabor derivado de la geografía de la zona de Paihuano.
Turismo aventura
La geografía de la Región de Coquimbo es culpable de un clima amigable para actividades deportivas para todos los gustos.
La zona de precordillera abre el apetito para quienes gustan del senderismo, trekking y trailrunning.
Un borde costero rico en fauna marina y aguas cristalinas en varios puntos hace del buceo otra alternativa valiosa.
Pichidangui, perteneciente a la comuna de Los Vilos, posee academias y escuelas de buceo que ayudan a conocer el fondo marino a principiantes y expertos.
Gastronomía
En Los Vilos, dicen, el plato estrella y más representativo tiene que llevar locos. En La Serena promocionan las papayas como la fruta icónica con la que históricamente se conoce a la ciudad.
Paseando por los restoranes de Coquimbo hay carteles que promocionan con letras gigantes el congrio frito como la preparación destacada. El pastel de jaiba es también una opción atractiva que se puede encontrar en la mayoría de los locales.
Más al interior, en Ovalle por ejemplo, es posible encontrar una rica oferta en quesos de cabra. La oferta culinaria de la Región de Coquimbo hace total justicia a la geografía favorable en razón de la diversidad.
A modo de resumen, el aspecto culinario que distingue a la cuarta región podría caber perfectamente en un buen plato de ceviche, elaborado con mariscos y verduras cultivadas en los valles.
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