En muchas partes del mundo, la modernidad borró a la historia de un plumazo, quedando solo como exponente de museos o como parte de la memoria colectiva. En Nueva Zelanda, sin embargo, los orígenes, el pasado y la cultura de ataño conviven con la actualidad. La cultura maorí es una parte imprescindible de la composición cultural del país. Por lo tanto, será muy simple llegar al corazón de este país. Aquí les diremos cómo.
Nueva Zelanda: ¿Cómo tomar contacto con la cultura maorí?
Historia de Nueva Zelanda.
Para comprender cómo nació Nueva Zelanda hay que visitar la región de Northland, donde en en 1840 se firmó el Tratado de Waitangi, un acuerdo entre la Corona Británica y los maoríes.
El documento generó una serie de confrontaciones que derivaron en la creación del Tribunal de Waitangi, en 1975 para resarcir a los maoríes en sus reclamos.
Si bien todavía hay desacuerdo en cuanto a los términos del tratado, se lo sigue considerando el documento fundacional de Nueva Zelanda.
Así, la Reserva Histórica de Waitangi es una atracción turística popular, donde se levantan una sede maorí de reuniones, la casa de la misión colonial, un histórico mástil, así como también una larga waka taua (canoa de guerra maorí).
El primer lugar del mundo en ver el amanecer.
El monte Hikurangi, que se levanta en la región de Tairwhiti, es uno de los primeros lugares del mundo en ver el amanecer.
Pero además constituye otro rincón emblemático del pasado, ya que fue el lugar al que llegaron las primeras canoas polinesias, donde James Cook realizó su primer aterrizaje y donde los maoríes y los europeos se encontraron por primera vez.
Artesanías maoríes.
Te Puia, en Rotorua, es célebre por ser morada del géiser activo más grande del hemisferio sur y por la actividad geotermal. Pero también porque allí enseñan y se mantienen vivas las artes los maoríes en el Instituto de Arte y Artesanías Maoríes de Nueva Zelanda.
En particular es el hogar de las escuelas nacionales de tallado (incluidas las de pounamu y hueso) y tejido.
Esta experiencia constituye una buena introducción a los tallados maoríes en roca de Mine Bay. La obra, ubicada en el lago Taupo, fue plasmada por el maestro Matahi Whakataka-Brightwell tras 10 años de estudio. El tallado principal es de su ancestro Ngatoroirangi, un navegante maorí visionario que guió a las tribus twharetoa y te arawa al área hace más de mil años. El espejo de agua puede navegarse en kayak.
El legado maorí en la capital de Nueva Zelanda.
Wellington, la capital de Nueva Zelanda, ofrece varias experiencias para ponerse en contacto con la cultura maorí. Una de ellas es conocer las ruinas arqueológicas.
También es posible disfrutar de una comida típica junto al café Karaka o aprender a remar en una waka, canoa tradicional maorí .
A propósito de esa actividad, en el Parque Nacional Abel Tasman se ofrecen paseos en una waka, que se inician con una bendición (karakia) para protección, la navegación y las historias de los ancestros que navegaron el océano Pacífico durante miles de años.
Arte rupestre en Nueva Zelanda.
Quien llegue a Nueva Zelanda podrá explorar las galerías de arte originales de Aotearoa en el lugar en donde fue concebidos.
Los dibujos, que datan de la llegada de los maoríes a la Isla Sur hace entre 700 a 1000 años, ofrecen una singular oportunidad de vislumbrar cómo eran las vidas y la cultura de los primeros habitantes de la región, ancestros de la actual tribu Ngi Tahu, el pueblo indígena de Te Waipounamu.
Temas relacionados