A unos 20 km. del centro de El Cairo, que se recorren en un caos de camiones, bocinazos, mototaxis, peatones y animales, se encuentra la necrópolis de Giza, la mayor del antiguo Egipto, que permite hacer un viaje a través de la historia al descubrir enterramientos que se remontan a sus primeras dinastías. Se trata de la única entre las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que se conservan en nuestros días.
La pirámide de Keops es la más alta de Egipto (137 m.) y la más antigua de Giza (2570 a.C). Cada una de sus piedras mide aproximadamente 1,5 m. y pesa 2,5 t. Cuenta la historia que fue construida con unos 2,3 millones de bloques de piedra que pesan en promedio 2,5 t., aunque algunos llegan hasta 60 t. Originalmente estaba recubierta por unos 27.000 bloques de piedra caliza blanca que se mantuvieron hasta principios del siglo XIV, cuando un terremoto desprendió parte del revestimiento. En su interior hay tres cámaras principales: las cámaras del rey y de la reina, y la cámara subterránea ubicada en el subsuelo.
Apenas un metro más baja es la pirámide de Kefrén (136 m.) que, con su revestimiento de piedra caliza en la punta permite imaginar cómo antiguamente los tres enormes monumentos brillaban bajo el sol. Antiguamente era conocida como la Gran Pirámide ya que por encontrarse en una parte más elevada de la meseta parecía ser más alta que la de Keops, efecto que se incrementaba por el ángulo más inclinado en sus caras. Su silueta está vigilada por la Esfinge, que une el rostro de este faraón a un cuerpo de león. Imponente, custodiando el magnífico conjunto color arena, se entiende fácilmente por qué era el ídolo viviente para los egipcios, la representación del saber oculto.
Micerinos, la más pequeña de las tres pirámides de Giza (66 m.), estaba originalmente recubierta en su base por granito rosado de Asuán y por piedra caliza en la parte superior, según relatos de la historia.
Además de tomarse fotos junto a cada una de las pirámides, el conjunto de monumentos más importante de Egipto puede apreciarse desde tres miradores panorámicos: uno de ellos se encuentra en las dunas, donde suelen detenerse varios camellos que buscan ser fotografiados a cambio de algo de dinero; siguiendo la ruta que lleva a la parte de atrás de las pirámides se puede apreciarlas con la ciudad de El Cairo de fondo; mientras que el último mirador se encuentra delante de la Esfinge.
Cabe destacar que por las noches, las pirámides de Giza son el escenario de un impactante espectáculo de luz y sonido de una hora de duración. La Esfinge iluminada cobra vida, relatando con dramatismo el origen de las pirámides y de quienes las construyeron, adentrándose en su historia y en los misterios de la cultura egipcia. Los horarios varían de acuerdo con la temporada.
Te puede interesar: Egipto completo
Otras pirámides del Antiguo Egipto
A media hora de la capital de Egipto se encuentra Saqqara, donde se levanta la Pirámide Escalonada de Zoser, considerada como la construcción de piedra más antigua del mundo (3000 a.C). Sus seis enormes niveles simbolizan la escalera que permitiría al faraón Dyoser, quien mandó su construcción, ascender al cielo para reunirse con los dioses y faraones una vez que pasara a la otra vida. En su interior cuenta con seis pisos y su arquitectura es laberíntica, con 14 entradas falsas que camuflan la única verdadera. La pirámide escalonada está rodeada de tumbas, un gran palacio con una impresionante galería de columnas, y varios montículos irregulares bajo los cuales se cree que hay más por descubrir.
La Pirámide de Unas, la más pequeña de Saqqara, se caracteriza por las inscripciones de textos destinados a ayudar al faraón en el mundo inferior. Mientras tanto, el Serapeum es la necrópolis subterránea de 12 m. de profundidad donde se enterraron los sagrados toros Apis, adorados como encarnación del dios Ptah.