Las aerolíneas sufren a la par que el turismo y la crisis de la industria aérea se prolonga en todos los frentes, desde la pérdida de los empleos directos e indirectos hasta impactos en el PIB mundial.
“Hay pocas buenas noticias en el frente de los costos para 2021. Incluso si maximizamos nuestra reducción de costos, todavía no tendremos una industria aérea financieramente sostenible en 2021”, dijo Alexandre de Juniac, director General y CEO de la IATA.
“Cada día que continúa la crisis, aumenta el potencial de pérdida de empleos y devastación económica. A menos que los gobiernos actúen con rapidez, unos 1,3 millones de puestos de trabajo en aerolíneas están en riesgo. Y eso tendría un efecto dominó que pondría en peligro un total de 3,5 millones de puestos de trabajo adicionales en el sector de la aviación junto con un total de 46 millones de personas en la economía en general cuyos trabajos son respaldados por la aviación”, agregó De Juniac.
“Además, la pérdida de conectividad de la aviación tendrá un impacto dramático en el PIB mundial, amenazando US$ 1.800 millones en la actividad económica. Los gobiernos deben tomar medidas firmes para evitar esta inminente catástrofe económica y laboral. Deben dar un paso adelante con medidas de ayuda financiera adicionales. Y deben usar pruebas sistemáticas de Covid-19 para reabrir de manera segura las fronteras sin cuarentena”, concluyó el directivo respecto de la crisis.
Compañías aéreas en crisis.
Un nuevo informe de la Asociación afirma, a modo de síntesis, que la industria aérea “no puede recortar los costos lo suficiente como para neutralizar la quema de efectivo severa para evitar quiebras y preservar los empleos en 2021”. Es por eso que IATA termina insistiendo ante los gobiernos para que “tomen medidas de ayuda para sostener las aerolíneas financieramente y evitar el desempleo masivo”.
La Asociación espera que, en 2021, los ingresos totales disminuyan un 46% con relación a los de 2019, cuando alcanzaron los US$ 838 mil millones. Esto supone un empeoramiento de la crisis, dado que inicialmente se esperaba una reducción de ingresos de 29%, siempre en comparación con la performance pre-Covid, de 2019.
El ajuste a la baja se basó en que “la recuperación de la demanda esperada para el cuarto trimestre de 2020 se ha retrasado debido a los rebrotes de Covid-19 y nuevas restricciones obligatorias de viaje de los gobiernos, incluidos cierres de fronteras y cuarentenas. IATA espera que el tráfico de todo el año 2020 disminuya un 66% en comparación con 2019, con una demanda de diciembre al 68%”, explica IATA.
Analiza De Juniac: “El cuarto trimestre de 2020 será extremadamente difícil y hay pocos indicios de que la primera mitad de 2021 será significativamente mejor, siempre que las fronteras permanezcan cerradas y/o se mantengan las cuarentenas. Sin un alivio financiero adicional de los gobiernos, a las aerolíneas les queda en promedio solo 8,5 meses de efectivo a las tasas de consumo actuales. Y no podemos reducir los costos lo suficientemente rápido como para ponernos al día con los ingresos reducidos”.
Las aerolíneas han tomado medidas drásticas para reducir los costos, sin embargo, alrededor del 50% de los costos son fijos o semi-fijos. De modo que los costos no han caído tan rápido como los ingresos. A modo de ejemplo, la disminución interanual de los costos operativos para el segundo trimestre fue del 48% si se compara con una disminución del 73% en los ingresos operativos.
Por otra parte, y como las aerolíneas han reducido su capacidad (medida habitualmente en kilómetros-asientos disponibles, o ASK) en respuesta al colapso de la demanda de viajes, los costos unitarios (costo por ASK o CASK) han aumentado, ya que hay menos kilómetros de asientos para “diluir” los costos. En definitiva, los resultados preliminares para el tercer trimestre muestran que los costos unitarios aumentaron alrededor del 40% en comparación con el período del año anterior.
Otros problemas de la industria aerocomercial.
Producto de la caída de la demanda internacional de casi un 90%, las aerolíneas han estacionado miles de aviones, en su mayoría de larga distancia, y han cambiado sus operaciones a vuelos de corta distancia. Esto ha generado una disminución drástica de la distancia promedio volada y se requieren más aviones para operar la red. Por lo tanto, la capacidad volada (ASK) ha bajado un 62% en comparación con enero de 2019, pero la flota en servicio ha bajado solo un 21%.
Aproximadamente el 60% de la flota de aviones mundial está alquilada, y si bien las aerolíneas han recibido algunas reducciones de precio por parte de los leasors, los costos de alquiler de aviones se han reducido menos del 10%. A diferencia del valor de los aviones, el combustible es el único punto brillante con precios que bajaron un 42% con respecto a 2019. Desafortunadamente, se espera que aumenten el próximo año a medida que el aumento de la actividad económica incremente a su vez la demanda.
En otro párrafo significativo sobre la crisis del sector, IATA explica que “no aboga por reducciones específicas de la fuerza laboral, pero mantener el nivel de productividad laboral del 2019 (ASK/empleado) requeriría que el empleo se redujera en un 40%. E incluso si se lograra esa reducción sin precedentes en los costos laborales, los costos totales seguirán siendo más altos que los ingresos en 2021”.
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