Hoy apenas se asoma el “Pletzl” (en idish, pequeño lugar), como se llamó a esta área durante tiempo. Las tiendas vintage, la ropa para hippsters, la modernidad andante dejó sin identidad a esta porción parisina.
De todos modos, iremos a buscar algunas huellas y conoceremos la historia de los judíos en Francia en general y en París en particular, de la mano de Yehuda Krell, renombrado historiador y colaborador de Moreshet, viajes con Herencia Judía, un proyecto de viajes temáticos dentro de Wanderlust, el operador responsable.
¿Qué visitar en Le Marais, París?
Antes de zambullirnos en la Rue des Rosiers, haremos una visita al Museo de la Shoah, ubicado a 10 minutos de caminata, que destaca por su alto nivel académico e histórico, donde encontrar testimonios, fotografías y el legado de uno de los acontecimientos más tristes del pasado de la humanidad.
Ahora sí es momento de recorrer esta calle de París, apenas cuatro cuadras de una arteria empedrada, enmarcada por farolas antiguas y algo alejada del ajetreo citadino.
En esta calle que algo tiene de pasado y bastante de presente, visitaremos lo siguiente:
- Casa de repostería Joseph Marciano: hace muchos años Moscovich vendió este comercio al actual dueño con la condición de que siga ofreciendo cocina del este de Europa. Así es que hoy día prepara un strudel de manzana legendario, el mejor de toda Francia e incluso del Viejo Continente, según dicen los paladares más exigentes.
- Tienda El As del Falafel: a cualquier hora del día, este comercio está repleto de transeúntes ansiosos por probar el famoso plato israelí.
- Panadería de la familia Finkelsztajn: reconocida por su fachada amarilla, aquí hay que probar las jalot o pan trenzado que se come en Shabat y los beiguels, otra delicia que suelen servirlos con hígado picado, como dicta uno de los platos típicos de la cocina judía.
- El restaurante que ya no existe: es uno de los puntos tristes del recorrido, ya que este lugar que funcionaba como espacio gastronómico, fue víctima de un atentado en 1982, dejando el saldo de 22 heridos y 6 muertos. Los culpables nunca fueron apresados y el restaurante que fue un ícono desde los años 50 hasta los 80 dejó de funcionar. Su dueño, Jo Goldemberg, había sido un sobreviviente del Holocausto. Su familia había muerto en Auschwitz.
- Ieshivot: en las calles laterales hay algunas casas de estudio de la Torá que siguen funcionando como antaño. Un ejemplo es la que se ubica en la Rue de Pavée, de estilo art decó, que puede ser visitada.
- Librerías: existen varios locales que venden libros con temática judía, pero todos en francés.
Historia de los judíos en Francia.
Según el historiador Yehuda Krell, la presencia de los judíos en Francia a lo largo de la historia es muy irregular a raíz de las sucesivas persecuciones y también las épocas de mayor tranquilidad.
Así, vemos que en 1300 los judíos sufrieron dos expulsiones.
Por el contrario, en el siglo XV se registra una mayor estabilidad, por lo que esta es la época que se constituyen diferentes centros judíos franceses. Es el momento que nace la Rue des Rosiers.
Los judíos se adaptaron pronto a la vida secular francesa, dedicándose al comercio, asistiendo a las escuelas locales y adquiriendo el francés como su idioma.
La migración de fines de 1800 que generaron los pogroms en Rusia trajo una oleada de judíos sin recursos que vivían hacinados en pequeñas viviendas y que hablaban el idish. Algunas de las sinagogas, restaurantes kasher y escuelas de esa época permanecen hasta la actualidad.
En concreto, a principios del siglo XX la presencia judía en Francia se distribuye entre París –los judíos burgueses– y el interior, entre Estrasburgo, Bayona, Burgos y Provenza, que se dedican a la agricultura y la ganadería.
Hoy cada vez hay menos judíos en Francia. De todos modos, sigue siendo el país de Europa donde viven más judíos.