Ciudad Vieja
Corazón antiguo de la ciudad, la Ciutat Vella invita a un paseo por las callejas medievales del Barrio Gótico. Allí, hay que detenerse en la Catedral de Santa Eulalia, donde se cree que hubo una basílica de tres naves destruida en el año 925: la edificación actual comenzó en 1298 y se extendió hasta el siglo XX.
El paseo continúa por el Carrer Bisbe, una agradable peatonal que une la Plaza Nova –frente a la Catedral– con la Plaza Sant Jaume, antiguo foro romano, rodeada de los principales edificios de gobierno, incluyendo el Palacio de la Generalitat y el Ayuntamiento. En esta calle vale detenerse a fotografiar el Arco Gótico y a observar a músicos o titiriteros callejeros.
También hay que visitar la Plaza del Rey, sede del Palacio Real, que cuenta con un conjunto de edificios medievales que albergan parte del Museo de la Historia de la Ciudad; la basílica de Santa María del Mar, erigida entre 1329 y 1383, considerada el más alto exponente de la arquitectura gótica catalana; y el museo dedicado a Pablo Picasso.
La Rambla
Desde la Plaza Catalunya, poblada de fuentes y estatuas, hasta el monumento a Colón se extiende la Rambla, que recibe en su trayecto cinco nombres.
La historia sostiene que fue un antiguo torrente alrededor del cual, con el paso del tiempo, los árboles fueron tomando el lugar de las murallas hasta convertirse en un paseo de singular belleza. La parte más colorida es la conocida como Rambla de las Flores, repleta de puestos de flores y plantas.
Montjuic
Es una elevación estratégica para la defensa de la urbe, cuyos primeros asentamientos datan del siglo III a.C. Desde la antigüedad, la cima de este monte que –cuentan– debe su nombre a la presencia de un antiguo cementerio judío, estuvo coronada por alguna fortaleza.
Aunque el imponente castillo de Montjuic que se puede visitar en la actualidad data de 1751 y fue empleado en diversos momentos históricos como prisión, incluso durante la dictadura franquista.
También en Montjuic es posible hacer un paseo por el Estadio Olímpico que recibió a los Juegos de 1992, las aguas danzantes de la Fuente Mágica, un teleférico desde el que se obtienen impactantes vistas de la ciudad y el Poble Espanyol, un museo arquitectónico al aire libre.
La impronta de Gaudí
Bella y múltiple, Barcelona no puede dejar de ser recorrida buscando y apreciando los tesoros que dejara en sus calles y parques el genial arquitecto Antoni Gaudí. Sobre el Paseo de Gracia se encuentran dos de las más sorprendentes.
Casa Milà, también conocida como La Pedrera, es un edificio con un fuerte simbolismo religioso que, con su fachada enredada de formas vegetales de hierro forjado y sus líneas curvas, evoca los perfiles de ciertas cadenas montañosas.
Sobre la misma avenida se encuentra también Casa Batlló, con una fachada recubierta de pequeños trocitos de cristales de colores que se destaca por sus columnas con perfiles óseos y balcones con forma de antifaz.
Tarjeta postal de Barcelona, resulta imperdible la Catedral de La Sagrada Familia, obra de arte inconclusa del emblemático arquitecto.
Para culminar este recorrido temático, está el Parque Güell, con estructuras de formas orgánicas, integradas en la naturaleza.
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Sabores de Barcelona
Cataluña se caracteriza por la gran riqueza de sus productos, con magníficos ingredientes de mar y montaña: carnes, verduras, embutidos, pescados y mariscos de gran calidad son infaltables en sus platos.
Algunos de los que vale la pena probar son la paella parellada, con los mariscos pelados y las carnes deshuesadas; el suquet de peix, bacalao condimentado en un recipiente de lata; zarzuela, un cocido de pescado con langostinos, calamares y mejillones; y el infaltable pa amb tomàquet, o pan con tomate.
Para terminar, una deliciosa crema catalana, especie de flan de yema; o el postre de músico, hecho con piñones y pasas.
Un buen abordaje para conocer más de la gastronomía de Barcelona es realizar un tour gourmet a pie, que lleva a visitar varios establecimientos de la Ciutat Vella, con degustaciones incluidas.
Otro imperdible es el Mercado de la Boquería, uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad.