La crisis del coronavirus está obligando a las líneas aéreas a adecuarse a nuevos e inesperados estándares. En el caso de Delta Air Lines, un ejemplo pasa por la decisión de retirar su flota completa de equipos “triple siete”. Así lo hizo saber Gil West, director de Operaciones de la compañía, quien reconoció que "el Boeing B-777 ha sido una parte importante de nuestro éxito desde que se unió a la flota en 1999 debido a sus características operativas únicas, permitiéndonos abrir mercados de larga distancia que por entonces sólo ese avión podía operar sin escalas".
Ajuste de flota: adiós a los "triple siete"
Sin embargo, el Covid-19 está haciendo estragos en la industria aerocomercial, llevando a ajustar hasta cuestiones operativas antes impensadas. Así, el mes pasado DL anunció la “jubilación” anticipada de sus flotas MD-88 y MD-90, mientras que al momento tiene estacionados más de 650 aviones a raíz de la drástica caída en la demanda.
Cabe puntualizar que el Boeing B-777/200 llegó por primera vez a Delta 1999; empresa que ahora suma 18 unidades, incluyendo una decena de la variante de largo alcance 200LR, incorporada en 2008. En ese momento, la aeronave estaba en una posición única para volar sin escalas entre Atlanta y Johannesburgo y Los Ángeles a Sídney, entre otros destinos distantes.
Los “triple siete” serán reemplazados por aviones de próxima generación Airbus A350-900 que consumen un 21% menos de combustible por asiento.
MENSAJE DEL CEO.
En un comunicado dirigido a todos sus trabajadores, Ed Bastian, CEO de Delta Air Lines, sostuvo que “continuamos tomando medidas para proteger la liquidez, los puestos de trabajo y el futuro. Nuestro objetivo financiero principal para fin del año es reducir a cero nuestra quema de liquidez, lo que se traducirá, durante los próximos dos o tres años, en una operación más pequeña en respuesta a la reducción sustancial en la demanda de clientes”.
Refiriéndose al retiro de los B-777, dijo: “Estacionar esta flota proveerá un ahorro significativo de costos en los próximos años. Delta está gastando actualmente alrededor de US$ 50 millones cada día, y pasos como este nos ayudan a contener el gran flujo de gastos en un esfuerzo por salvaguardar empleos y nuestro futuro. Entramos en esta crisis en una situación de fortaleza y éste será un paso importante para garantizar que permanezcamos en una posición relativamente fuerte a medida que se recupere la demanda”.
En otra parte de su comunicado, Bastian subrayó: “Hemos reembolsado más de US$ 1,2 mil millones a nuestros clientes desde que comenzó la pandemia, incluidos US$ 160 millones de dólares. Esto refleja un enorme volumen de reembolsos en efectivo que nuestra gente ha manejado con su reconocida profesionalidad y empatía”.
“Quiero agradecerles, indicó luego, a todos por el arduo trabajo y los sacrificios que están haciendo para asegurar el futuro de nuestra aerolínea. Eso incluye a aquellos que han tomado licencias voluntarias, más de 41.000 personas hasta el momento, así como a la gente que está en la línea de batalla cuidando a nuestros clientes durante este período estresante. Ustedes continúan inspirándome todos los días mientras trabajamos para construir juntos el futuro de Delta.”
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