Tal como la mayoría de las provincias del norte de nuestro país, Salta cuenta con un importante legado cultural, ligado a los pueblos indígenas, e histórico, por las luchas desarrolladas en pos de la Independencia. Asimismo, la provincia posee una belleza natural impactante, que marcará a todo aquel que la recorra.
Salta: tradicional encanto y belleza sin igual
Algunos lugares destacados para conocer en la ciudad de Salta son la plaza 9 de julio, ubicada en el centro, en el solar elegido por don Hernando de Lerma para el día de su fundación, el 16 de abril de 1582. Allí se conserva un espíritu colonial, gracias a las casas y las recovas que la rodean, y las calles y veredas angostas, enmarcadas por las montañas.
La catedral basílica de Salta fue construida en 1858, impulsada por el obispo José Colombres y dirigida por el arquitecto franciscano Luis Giorgi. En su interior se encuentran las imágenes del Señor y la virgen del Milagro, patronos tutelares de la ciudad desde 1692. Además, alberga el Panteón de las Glorias del Norte, que guarda los restos de célebres protagonistas de la historia nacional como el general Martín Miguel de Güemes, Álvarez de Arenales, Rudecindo Alvarado y Martina Silva de Gurruchaga.
Por otro lado, el Museo de Arqueología de Alta Montaña se distingue por exhibir a los niños de Llullaillaco. Las momias fueron halladas en marzo de 1999, conservadas en la cima del volcán homónimo, a 6.780 msnm, junto a 146 objetos que componían su ajuar. El museo presenta de manera didáctica y con una visión científica este hallazgo que permite ver y comprender la cultura incaica.
Quienes quieran disfrutar de una emocionante aventura, que permite contemplar una de las mejores vistas de la ciudad y el valle de Lerma, deberán subir al cerro San Bernardo, ya sea en teleférico, auto o bicicleta. En su trayecto se encuentran las 14 estaciones del Vía Crucis, transitadas por los fieles el Día de la Cruz, el primer domingo de mayo.
Para los amantes del folclore tradicional se destacan las peñas con guitarreadas y espectáculos artísticos. Siguiendo la calle Balcarce hacia la estación de trenes nos encontramos con el centro de la vida nocturna salteña, donde los domingos y feriados se organiza una feria artesanal en la que se pueden adquirir tejidos, manualidades, indumentaria, accesorios y dulces regionales.
LA MADRE TIERRA.
Para profundizar la historia ancestral de la región andina, los turistas podrán realizar circuitos por la puna, donde podrán apreciar la belleza de la naturaleza y vivenciar la cultural local a través de los lugareños.
Estos recorridos por la puna andina son de aproximadamente 390 km. hasta San Antonio de los Cobres, y con una altura máxima de 4.050 msnm en Abra Blanca. En esta travesía se podrá visitar la quebrada del Toro; Santa Rosa de Tastil, un pueblo prehispánico ubicado a 3.110 msnm; y San Antonio de los Cobres, que conserva costumbres ancestrales como el ritual de la Pachamama, los misachicos y las apachetas.
Otro imperdible es el viaje a los Valles Calchaquíes, con un recorrido total de 520 km., llegando a la una altura de 4.895 msnm en Abra del Acay. En esta ocasión se visitarán Chicoana, pueblo de antiguas casonas e ideal para disfrutar de las destrezas gauchas y la gastronomía criolla; la quebrada de Escoipe; y la cuesta del Obispo. El primer tramo es un valle agrícola con cerros multicolores, seguido de un ascenso zigzagueante hasta los 3.348 msnm que se alcanza en Piedra del Molino.
También se pasará por el Parque Nacional Los Cardones, que resguarda parte de uno de los principales biomas andinos del noroeste. A los 3.000 msnm nos topamos con el antiguo Camino del Inca, hoy llamado la Recta de Tin Tin. A su vez, los pasajeros en su paseo por los valles podrán visitar los pueblos de La Poma, Payogasta y Cachi.
Por último, quienes deseen degustar exquisitos vinos tienen que visitar Cafayate. La localidad está flanqueada por ríos, y es sede del reconocido festival folclórico la Serenata a Cafayate.
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